Queridas familias apellinadas ¡Estamos de vuelta!
Los corazones de nuestros apellinados siguen latiendo fuerte en Los Pellines, donde este segundo día de experiencia al aire libre ha estado lleno de aprendizajes, asombro y alegría.
La jornada comenzó temprano, con una actividad muy especial: alimentar a los animalitos de la granja. Gallinas, patos, ovejas y, por supuesto, el querido chivo Renato —que ya se ha robado el corazón de muchos— recibieron con entusiasmo a los pequeños cuidadores. Fue un momento de ternura y responsabilidad, donde cada uno pudo acercarse a la vida de campo desde el cariño y el respeto.
Después, un delicioso y nutritivo desayuno esperaba a nuestros exploradores para llenarlos de energía y prepararlos para la gran excursión del día: la subida al Risco Los Pellines. En el camino, participaron en talleres llenos de sentido: reflexionaron sobre cómo todo en la naturaleza está conectado y aprendieron a hacer pausas conscientes para reconectarse consigo mismos, todo bajo la sombra de un sabio e imponente Laurel, que parecía susurrarles secretos del bosque.
La cima del risco los recibió con una postal inolvidable: el valle de Los Pellines a sus pies y, como si fuera sacado de un cuento, cuatro majestuosos cóndores volando sobre sus cabezas, coronando una experiencia que difícilmente olvidarán.
Por la tarde, la aventura continuó con dos talleres que despertaron aún más curiosidad y emoción. Uno fue iniciación a la cabalgata, donde nuestros apellinados comenzaron a familiarizarse con el mundo del caballo de forma respetuosa y divertida. El otro, explorando el bosque, les permitió conocer en profundidad las especies de árboles nativos que conforman este rincón mágico del Corredor Biologico de Nevados de Chillán, Laguna el Laja..
Ahora, mientras escribimos estas líneas, nuestros apellinados disfrutan de una exquisita y reparadora cena preparada con mucho cariño por el equipo de cocina. Y como broche de oro para este día tan especial, se preparan para compartir un fogón bajo las estrellas, donde reirán, cantarán y celebrarán las memorias que hoy construyeron juntos.
Un día inolvidable en Los Pellines… ¡y aún queda mucho por vivir!
Un abrazo apellinado,
Equipo Los Pellines




